Con un futuro más que prometedor y unas canciones que le tocarán el corazón a cualquiera, Rodolfo Bueso se ha perfilado como uno de los jóvenes artistas hondureños que está listo para convertirse en uno de los exponentes más importantes de la música de nuestro país. Influenciado por su mentor, Guillermo Anderson y con toques novedosos, íntimos y muy honestos, Rodolfo crea una música con la que cualquiera podría sentirse identificado. Una muestra más del gran talento nacional y alguien a quien no hay que perderle la pista y seguir apoyando a lo largo de su carrera.
¿Qué le dirías de vos mismo a una persona que no te conoce? ¿Cómo describirías quien es Rodolfo Bueso?
Rodolfo Bueso es una persona que día a día está tratando de mejorar, una persona en mejora constante. Sigo trabajando en mí, en mi música, mi estilo de vida, de ver las cosas, de pensar y asimilar la vida. Me considero una persona feliz, agradecida, contenta, siempre con el ánimo de mejorar y salir adelante e todo. También me considero una persona con el corazón grande que da lo mejor de sí para las personas que quiero. Como artista me considero un cantautor que se sigue conociendo para hacer canciones, para poder redescubrirme siempre y trasmitir mis emociones cada letra, cada acorde. Yo creo que si un compositor no se quiere y no se acepta como difícilmente va a poder seguir haciendo canciones. Uno siempre tiene que irse conociendo porque siempre vamos cambiando. Obviamente uno siempre espera cambiar a bien, pero también hay que redescubrirnos. Que cosas nos gustan y que no; la vida está llena de altibajos y todo depende de vos, en mi caso me gusta ponerlas en papel y canción y transmitírsela a las personas. Así que me gusta considerarme un artista apasionado y entregado a la música, a cada canción, concierto, grabación. Amo lo que hago, amo mi vida y mi música a mí lado es mi fiel acompañante.
¿Cómo iniciaste tu carrera en el mundo de la música y cómo ese viaje te ha llevado hasta dónde estás?
Yo comencé oficialmente en el mundo de la música hasta mis 19 años, a mis 17 años escribía una que otra canción pero no me llenaban lo suficiente. Comencé a cantar a los ocho años en la escuela, cantaba en cumpleaños, luego a mis diez años participe en Código Fama allá por febrero de 2005. Perdí Código Fama en segundo lugar, pero meses después estaba cantando con Diego Torres en su concierto unplugged y vi que cuando puertas se cierran otras se abren. Era invitado a cantar con Orquestas, con nocturnales de gala, en conciertos con Guillermo Anderson y era conocido como Rodolfito Bueso, un niño que cantaba canciones de José José, boleros, etc. Pero todavía no me terminaba encontrar en la composición.
Terminé viviendo en Austria un año y ahí pues me empecé a conocer a mí mismo. Cuando regrese de Austria participé en un concurso de canto nuevamente y había varios jueces que ahora son mis amigos a quienes siempre vi con respeto y siempre los veo con respeto pero en esos tiempos era un niño. Yo participe con Costa y Calor de Guillermo Anderson y quedé entre los primeros 20 de la parte nororiental del país y para mi sorpresa no entre ni siquiera en el top 10 de todo el país para entrar al concurso de verdad. A partir de ahí yo tomé la decisión de no cantar covers en concursos y enfocarme en hacer mis propias canciones, entonces comencé a escribir canciones, a sacar ideas y fue con la ayuda de Guillermo que aprendí a estructurar la canción.
Tenía otras canciones que no voy a sacar nunca se llamaba La misma, por ejemplo, Ojos de Luna y están ahí en alguna página de música que las metí cuando era un niño. Entonces Guillermo Anderson me ayudó a estructurar mi canción a través de voice notes; yo le mandaba ideas y él me contestaba “Hacelo esa manera, hacelo de esta otra”. Uno de sus sueños era hacer unos talleres en San Pedro Sula sobre composición, tristemente nunca se logró hacer aquí. Sí lo hizo en Santa Rosa de Copán pero aquí no se logró, como sabrás el apoyo es muy poco y las muchas empresas enormes del país no se interesan en apoyar ese tipo de cosas y es triste, es lamentable.
Ese fue mi verdadero comienzo. Yo empecé a hacer canciones a mis 19 años, grabé mi primera canción a los 20 años con Juan Pablo Ordoñez, productor hondureño talentosísimo. No tenía un coro y él me ofreció y me dijo “Si grabas tres canciones conmigo te doy precio, si grabas una canción te doy una canción te doy otro precio”. Yo le dije “está bien las 3 canciones” Y así fue como escribir empecé a escribir bastante música y termine escogiendo Dame de tu amor, mi primer sencillo. En este camino llevo 4 años en Honduras y en el mundo con mi propia música; sólo grabado 8 canciones y ahora mi nuevo sencillo Me enamoré.
Mencionaste algo sobre poner las emociones en papel que me llama mucho la atención ¿cómo logras componer tus canciones?
No sólo las emociones, también los sueños, las metas, las ideas. Siempre es importante aterrizar y escribirlas para fijarse metas, para cumplir sueños porque si no sólo quedan en el aire y nunca te das cuenta si nunca te pones un límite para poder lograr, no trabajas para tus sueños. Poner las emociones en papel… no sólo en papel y en mi caso en acordes, en canciones. Es una manera para mí de desahogarme y disfrutar la vida y este don que Dios me dio.
¿Cuál es el proceso?
Para mí componer no es como como cuando un doctor se pone la gabacha, sus guantes, prepara el quirófano, tiene sus instrumentos listos y dice “Bueno, voy a operar”. Para mí la composición son momentos del día esporádicos, yo soy abogado y la mayor parte de mi vida está enfocado en el derecho. Pero en los breves espacios cuando terminó de trabajar surgen ideas en mi cabeza y las tarareó y las guardo como voices notes en mi celular y luego en su momento cuando siento las ganas de escribir pues lo hago. Pero no es como que yo digo y pienso “Bueno hoy voy a escribir una canción”. No es así, personalmente no me funciona esta manera.
Hoy por la mañana por ejemplo sentí las ganas de escribir y escribí dos canciones en una hora, surge de la nada. Por ejemplo Baila que es una canción que se me ocurrió cuando venía saliendo de mi casa, sólo vino a mi mente. Siempre tengo en mi cabeza canciones e ideas melódicas y tengo la necesidad estar grabándolas siempre en mi celular así que fue lo primero que se me vino a la mente y lo susurré en mi celular y luego me gustó la idea, agarre papel y lápiz y terminé escribiendo Baila. Cada canción es distinta y hay canciones que las puedo escribir en 30 minutos y otra que se tardan y las dejo que respiren, si el coro me gusta busco versos que tengan que ver con el coro y lo que sigue pues que vaya fluyendo poco a poco.
¿De dónde viene la inspiración?
Las ideas surgen de cosas que me han pasado, cosas que quiera que me pasaran e historias que le han pasado a personas que conozco. Por ejemplo Baila es una canción que empieza desde el inicio hasta el final con esta persona que quiere sacar a bailar a una mujer. Y era yo, yo quería sacar a bailar a alguien y estaba nerviosísimo, sudaba y pues bailamos y ahí nació el amor. Mucha gente no lo ha logrado determinar pero sí hay historias detrás de mis canciones. Por ejemplo en El Capitán del cielo, una de mis canciones más personales que le escribí a mi abuelo que es piloto… bueno, fue piloto y se la hice para sus ochenta años. Es una canción en la cual hablo de lo que él me hacía sentir, de lo que vivíamos juntos con mis primos, sus nietos. Cada canción es una canción distinta, Me enamoré que la escribí para la mujer perfecta; espero algún día llegará a mi vida y el día que llegue esa canción va a ser completamente suya.
Mencionás bastante a Guillermo Anderson y otras personas que han estado a lo largo de tu desarrollo como artista. ¿Podrías contarnos acerca de tus influencias, tanto nacionales como internacionales dentro y fuera del mundo de la música?
Sí, Guillermo Anderson es mi mayor influencia en el lado latino. Me encantaba cómo fusionaba ritmos. Me encanta su composición, me encantan sus canciones y letras. Ha sido un músico con el que yo crecí desde ese Cusuco hasta su última canción Ferretería de pasiones que salió hace un par de años. Me sé un 90% canciones de Guillermo, pero tengo la suerte y la dicha de que es mi tío. Se casó con una prima de mi papá, entonces la admiración hacia él iba más allá a la de un tío Una admiración profunda y siempre lo vi como amigo. Creo que el momento en el que más me pegué a la música de Guillermo fue cuando estuve fuera del país, en Austria. Estudié ahí a Guillermo, estudié su manera de tocar, sus ritmos; me parece músico impresionante, para mí es mejor que existió en el país. Sus canciones me hacían sentir como que estaba en Honduras y eso es algo que no cualquiera puede transmitir, es algo que sólo las personas con magia pueden lograr.
En mi primer single Dame de tu amor yo quería escribirlo con él porque tenía un bloqueo y estaba trabado y le pedí ayuda para que él la terminara de hacer y él me dijo “Si te vas a meter a esto tenés que aprender a salirte, de este bloqueo. Es normal pero tenés que lograrlo” Y terminé la canción, la saqué y ahí está sonando. Guillermo Anderson es mi influencia número uno, también está mi papá. Es una persona que me enseñado de música desde que soy un niño, la música siempre ha estado mi vida y en la de mis hermanos. Yo crecí con Barry White, con Soda Stereo, Enanitos Verdes, The Beatles, siempre había música en mi casa, mi papá me inculcó la buena música. Ya en el transcurso de mi vida conocí la música de Jorge Drexler que me cambió la vida completamente. Es mi compositor y artista favorito, me encanta lo que él ha hecho, su manera de componer me parece única, auténtica. Aprendo de él, como utiliza las palabras para expresar sentimientos. Me encanta, me parece un artista irrepetible. Tengo otras influencias como Pablo Alborán, Fonseca, Carlos Sanz y los Beatles que esos son la influencia de todos los músicos pero siempre el número uno es Jorge Drexler.
Saliendo un poco de las preguntas de tu parte creativa, ¿qué retos has tenido que enfrentar para llegar a dónde estás y crear música para tantas personas?
Retos en Honduras creo que todos tenemos en nuestras diferentes actividades, desde el periodismo, el derecho, la música, el deporte. En Honduras vamos luchando contra la corriente en todo y es lamentable. Creo que el hecho que un grupo de personas que maneja todo a sus intereses hace que el país esté en las condiciones que está. Así mismo la falta de cultura de parte de las personas es un factor determinante para tener este tipo de trabas. Por un lado en la música uno siempre se propone muchas metas: ser telonero de varios artistas, cantar en los festivales más importantes del país, en los espacios más importantes. Uno siempre quiere estar en esos lugares pero muchas veces llegamos a enfrentarnos con personas sólo velan por sus propios intereses y no apoyan la música inédita como la deben apoyar. Por ejemplo ser telonero de un artista es algo que muchos esperan aquí a pesar de que los organizadores de los conciertos no los pagan. Pero es un momento muy importante en el que te dan 15 o 30 minutos frente a un conglomerado de personas que están ahí para escuchar música; es como los únicos momentos en que uno como artista tiene la posibilidad de cantar frente a tantas personas. Yo aplaudo mucho a los organizadores que han confiado en el talento hondureño para los festivales nacionales de música y apoyan tanto en lo económico como en la parte de logística haciendo todo un poco más fácil. Uno siempre se pone metas por lograr en ese país que tanto amamos pero nos enfrentamos con personas que lejos de ayudar o aportar o buscar soluciones siempre buscan trabas innecesarias y comentarios despectivos. Las cosas no son color de rosa y aún no estoy donde quisiera, pero estoy determinado pase lo pase, estoy seguro de que voy a llegar ese lugar al que quiero llegar con la ayuda de Dios y del público que me escucha mi música. Hay que tener paciencia, determinación y confianza en tu música. Creer en vos a pesar de todas las dificultades. Todos queremos que nuestra música se escuche en todo el país primero y luego en todo el mundo y que nuestras canciones toquen corazones.
Por Daniel Fonseca
Fotografía: Celeste Pineda